Magda Labarga

Las Palmas de Gran Canaria, 1967.

Nací sin enterarme y luego, como había nacido, aprendí a hablar. Le cogí gusto a lo de haber nacido, pero sobre todo a lo de hablar. Tanto que busqué un oficio que me permitiera hacerlo. Por eso cuento historias: por haber nacido y por el gusto de contar cosas. Llevo contando muchos años y hablando, toda la vida.

Contar cuentos es mi modo de volar. Hablo de lo que me emociona y me divierte, de lo disparatados que somos a veces los seres humanos, de lo maravilloso que está ahí, delante de nuestros ojos, esperando ser visto. Cuento, como hay quien baila y canta, por el puro placer de hacerlo, de estar viva.

Haciendo esto que sé he recorrido media España, medio Perú y trocitos de Francia, Portugal, Uruguay, Colombia, Argentina, México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Chile y Cuba.